El artista gaditano repasó sus 25 años de carrera artística en un concierto de dos horas de duración.

El carácter indomable de El Barrio, encima del escenario, regaló a Badajoz un espectáculo característicamente impecable, donde entrelazó varias canciones del nuevo disco ‘Atemporal’ —que da nombre a la giracon muchas de sus trece álbumes anteriores. Un fenómeno en su inconfundible estilo, con aires flamencos y sonidos del rock andaluz.

Selu Figuereo va agotando entradas dondequiera que va, también en el Alcazaba Festival, donde varios días antes del show ya colgó el cartel de Sold Out. Allí, ofreció un espectáculo sublime, con una cuidada puesta en escena en la que el inconfundible sonido se une a la gran capacidad vocal y carisma de uno de los artistas españoles más singulares y populares.

El concierto tuvo un comienzo instrumental de categoría por parte de la banda, luciéndose todos sus músicos de principio a fin, hasta que apareció Selu en el escenario, con su indumentaria habitual de negro impoluto en pantalón, americana, chaleco y camisa, y su sombrero, convertido en el sello inconfundible para la religión de barrieros. Comenzó con ‘Amores maníos’: «Soy un náufrago del sur», del disco que está presentando, para continuar derramando una ‘Agua fresca’ tan coreada como aplaudida, en la que fue introduciendo otras estrofas e incluso una improvisada nombrando a Extremadura.

“Hoy estamos aquí en Badajoz, vamos a demostrar las raíces flamencas esta noche”, decía Selu al poco de iniciar el concierto. Volvió al disco nuevo para templar un poco a todos los allí presentes, un recinto lleno hasta la bandera que disfrutó de bulerías con ‘Vamos mi niña’ o ‘Niña del viento’. La banda que gira con el cantante es la perfecta combinación en cuanto a complicidad. Sintonía en cada una de las notas que consiguieron ensalzar y emocionar a todos los asistentes, con la interpretación al unísono de canciones como ‘Poeta de besos torcios’ o ‘Me voy al mundo’, que comenzó a capella para arrancar el rugido desde el público cuando rompió la canción a todo ritmo y enlazó con ‘Curandero’ en partes versionadas.

En la recta final, la banda se entregó en sus dos últimos ‘hits’ más reconocidos: ‘Ángel malherido’, ‘La fuente del deseo’ y ‘En la calle del amor’. Finalmente, Selu se despidió de Alcazaba Festival con un popurri de sus canciones más barrieras, con unas coreadísimas ‘No vamos pa’ Madrid’ y ‘Orgullo’.