La localidad extremeña de Don Benito se prepara para la décimo tercera edición del festival Rock n’ Blues Festival 2024, que promete «música en estado puro». La organización acaba de anunciar el primer avance del cartel con Ilegales y Los Zigarros, con una oferta de lanzamiento por tan solo 25 euros.

El Recinto Las Arenas dombenitense acogerá el 31 de agosto una nueva edición del festival que ofrece «una experiencia única» y un viaje por el tiempo a «las décadas más significativas de la música».

Para esta nueva edición cuenta con un adelanto de altura. Hablar de Ilegales es hacerlo de uno de los grupos más importantes en la historia del rock español. Sus ventas batieron récords en los primeros 80, siendo el primer grupo de este estilo que superó las 100.000 unidades vendidas de un mismo álbum, al mismo tiempo que congregaban miles de personas en sus conciertos.

Desde 1982, Ilegales tienen fama de poseer uno de los mejores directos de España y su público los convirtió en ídolos, tanto aquí como al otro lado del Atlántico, pues obtuvieron gran aceptación en países como México, Colombia, Ecuador o Chile, donde giran asiduamente desde 1987.

Después de un lustro en silencio, Ilegales regresó a los escenarios en 2015 con La vida es fuego, más potentes y renovados como nunca.

Los Zigarros

Tras cuatro años de silencio discográfico Los Zigarros lanzan su primer álbum con Cultura Rock Records. Su acertado título, Acantilados, es una definición gráfica de su contenido. Altura, vértigo, riesgo al recorrer terrenos no transitados. Porque en su interior encontramos a Los Zigarros que todos conocemos, pero se desplazan hacia territorios adyacentes, enriqueciendo su propuesta.

Mantienen su mordiente, su punch, esos riffs que cortan la respiración, pero añaden arreglos «pluscuamperfectos» y ajustados, detalles que aparecen cuando menos lo esperas y unas letras que exponen las diferentes caras del amor.

Amor, sí. El disco es una explícita declaración de amor, con el éxtasis que produce dejar que penetre en tu interior y las dudas que siempre provoca el inicio de una relación a tumba abierta. La expresiva voz de Ovidi viaja por él, por el amor, y lo hace desnudándose sin ocultar ninguna carta en la manga. No hay trampas. Hay sentimientos cabalgando sobre implacables melodías rock, ese rock que les ha situado en cabeza de la escena musical nacional.

Influencias añejas para un sonido fresco y una interpretación sobresaliente. Su base rítmica nunca falla, sus guitarras tampoco, y la mayor presencia de teclados enriquece poderosamente el resultado. Cuando llegas a la desnuda despedida bautizada “El monstruo”, resulta imposible no regresar a la casilla de salida.

Producido por Leiva y grabado en el Estudio 1 de Colmenar Viejo, Acantilados debe haber supuesto un serio problema a la hora de escoger los singles del mismo: hay mucho y muy bueno donde elegir, como demuestra el primer adelanto, Aullando en el desierto.